¿Qué no es bueno para la salud?

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Todo el mundo sabe que una vida sana requiere una dieta equilibrada, ejercicio físico, la prohibición del tabaco o la limitación del consumo de determinadas sustancias, como el alcohol. Y todo el mundo sabe también que una vida sana favorece la buena salud, la longevidad, reduce el riesgo de enfermedad... Entonces, ¿por qué no empezamos todos?

Frituras

Patatas fritas, donuts, nuggets... Los alimentos fritos son muy malos para la salud. En efecto, engordan, aumentan el riesgo de hipertensión arterial, diabetes de tipo 2, colesterol "malo" y enfermedades cardiovasculares.

Por supuesto, podemos freír nuestros alimentos de vez en cuando, pero utilizar aceite de oliva o de girasol reducirá estos riesgos, según un estudio publicado en el British Medical Journal.

Estrés

Aunque el estrés es una reacción normal del organismo ante la presión o una situación que requiere una acción rápida, a largo plazo resulta perjudicial.

En efecto, moviliza mucha energía y puede provocar fatiga, depresión, dolores de estómago, migrañas, pero también infecciones cutáneas, insomnio o amenorrea.

También agravaría las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión, la diabetes de tipo 2 y el cáncer.

¡Así que relajémonos!

Falta o exceso de sueño

El sueño de calidad es, junto con una dieta sana y la actividad deportiva, la base de una buena salud.

Si acabamos de ver que dormir demasiado es perjudicial para la salud, hace tiempo que sabemos que la falta de sueño también tiene terribles consecuencias: estrés, falta de concentración, cambios de humor, migrañas y, a largo plazo, disfunción cognitiva y mayor riesgo de infarto o ictus.

Pesticidas

La toxicidad de los pesticidas para nuestra salud es ya innegable, aunque algunos quieran convencerse de lo contrario...

El cerebro sería el más afectado por este cóctel de pesticidas que ingerimos o respiramos cada día.

Una serie de estudios realizados en niños pequeños de todo el mundo ha demostrado que los niños expuestos a pesticidas muestran una disminución de la resistencia, la coordinación, la memoria a corto plazo y la capacidad de dibujar a una persona.

Contaminación

Contaminación atmosférica, contaminación en interiores, ondas magnéticas... Todos los tipos de contaminación tienen repercusiones negativas en nuestra salud y son la causa de muchas muertes prematuras.

Alergias, dolores de cabeza, cánceres, trastornos respiratorios, enfermedades cardiovasculares forman parte del cóctel de enfermedades y trastornos provocados por la contaminación de todo tipo.

Tabaco

El tabaco es malo para la salud, eso es un hecho.

Pero aunque a menudo tendemos a creer que el riesgo se da principalmente en los fumadores empedernidos o en los fumadores "de verdad", ahora sabemos, gracias a un estudio realizado por el Instituto Nacional del Cáncer, que incluso los fumadores ocasionales corren un gran riesgo.

Los investigadores han demostrado que fumar un cigarrillo o menos de media al día durante toda la vida aumenta el riesgo de muerte prematura en 64% y en 87% en el caso de quienes fuman entre uno y diez cigarrillos al día.

Carnes procesadas

Nuggets de pollo, paté, jamón, cordon bleu, salchichas...: ¡come lo menos posible!

Estos productos industriales, además de ser los peores alimentos para la salud cardiovascular, también están clasificados como cancerígenos para el ser humano (Grupo 1) por la OMS. Esta clasificación se basa en pruebas suficientes procedentes de estudios epidemiológicos de que el consumo de carne procesada provoca cáncer colorrectal en los seres humanos.

Alimentos a la parrilla

¿A quién no le gusta una buena barbacoa en verano?

Sí, pero con moderación, porque cuando las carnes se cocinan a altas temperaturas, se forman compuestos potencialmente cancerígenos en la superficie. Asar a la parrilla y a la barbacoa suele provocar la formación de estos compuestos, cuyo consumo habitual se ha relacionado con el desarrollo de diversos tipos de cáncer.

Azúcar refinado

Necesitamos azúcar, eso está claro, pero consumimos demasiada (¡una media de 35 kg al año por francés!) y no de la buena.

No del bueno, porque lo que consumimos en gran cantidad es azúcar blanco y refinado. No tiene casi ningún interés nutricional, salvo aportarnos la glucosa que necesitamos (¡pero en pequeñas cantidades!).

El azúcar bueno se encuentra en productos menos procesados como: miel, azúcar de caña integral, fructosa de frutas, sirope de arce, algarroba o stevia.

Recuerda que un consumo excesivo de azúcar (sea cual sea) provoca aumento de peso, problemas bucodentales, diabetes de tipo 2...

Inactividad física

El sedentarismo es mucho más perjudicial de lo que pensamos. Dormir más de 9 horas por noche, combinado con estar sentado más de 7 horas al día y la falta de ejercicio, multiplica por 4 el riesgo de morir prematuramente.